jueves, 10 de mayo de 2012

ARMAS CHINAS - II




ARMAS DE GUERRA ANTIGUAS

Allá por el II Milenio a. C., en la Edad de Bronce china, tienen su origen las espadas (Jian). La metalurgia de este país se encontraba más desarrollada que en el resto del mundo. Su trabajo del bronce (aleación de cobre y estaño), de una técnica superior a la del resto de países, dio origen durante el siglo XVII a. C. a una forja laminada “bimetálica” de hierro y bronce, lo que otorgaba a sus espadas (y más tarde a sus sables) dos características: flexibilidad en su vena central y dureza en sus filos cortantes, siendo todo el conjunto de una alta dureza, añadiendo, incluso, un baño (óxido de cromo) como acabado, para darle una capa antioxidante. Dado que las espadas eran más costosas de fabricar y además requerían una mayor técnica (esgrima) para su manejo y dominio, no es de extrañar que las tropas montadas y de a pie, ante la popularización del sable (Dao) sobre el siglo III a. C., lo prefiriesen para combatir, pues sus cortes de tajo eran capaces de decapitar a un enemigo y sus formas de ataque: estocar, rajar y cortar le daban una utilidad más amplia que las de las espadas, mientras su manejo era menos complicado. Así pues, la espada Jian dejó de emplearse mayoritariamente a favor del sable Dao, con sus múltiples variantes (años más tarde, de una de estas variantes saldría la Katana japonesa y sus hermanos menores: el Wakizashi y el Tanto), quedando la espada como arma aristocrática para emperadores y nobles.
Durante la época de los Reinos Combatientes, tanto la infantería como la caballería iban armados con “Ge” y “Qiang” indistintamente. Con la lanza (Qiang), dada su gran versatilidad, lo mismo podían combatir contra soldados a pie o a caballo, mientra el Ge, al tener una hoja en ángulo, se utilizaba indistintamente para lancear a jinetes o infantes con la punta de su ángulo bien afilado o cortar las cabezas de los jinetes si quien la manejaba iba a caballo; los soldados de la infantería la usaban para lo mismo, lancear y cortar las cabezas o las extremidades de sus enemigos, usándolas, también, para cortar las patas de los caballos y echar a sus jinetes a tierra.
Alguien observó ambas armas y decidió crear otra diferente que fuese una fusión de las dos. De esa forma nació el “Ji”, consistente en un “Ge” al que se le había agregado una punta de lanza (algunos tenían dos hojas paralelas en ángulo de 100º con el asta y la punta), consiguiendo un arma letal de una gran movilidad y utilizable por los soldados de a pie y la caballería. La hoja u hojas laterales unidas a la punta frontal la hacían formidable como arma, pues además podía decapitar al enemigo o cortar sus extremidades anulando al contrincante e, incluso, arrebatar el arma enemiga usando las dos cuchillas paralelas.
Existe otra potente y mortífera arma, cuyo uso ha sido, además del apropiado como arma, que es el de utilizarlo para exterminar enemigos, para cortar las patas de los caballos, pues dada su envergadura, su masa y su ancha hoja, podía conseguir eso y más; pero antes, sabiendo que se creó otra parecida, aunque con algunas características que las diferenciaban y que algunos no conocen, pasaré a describir la creación de ésta y su evolución, pasando, a continuación, a explicar la segunda y sus diferencias con la primera, que me imagino que ya habréis descubierto cuál es: el potente y terrorífico Guan Dao o Kwan Tao.
En todas partes y en todos los tiempos ha habido que ejecutar a alguien. Unas veces por ser unos desalmados y otras sin razón (probablemente estos sean los que tienen el porcentaje más elevado); también en cada lugar y en cada tiempo las formas de ajusticiar a algún reo han sido de lo más variable, a menudo procurando que el desenlace fuera rápido (la guillotina francesa o el fusilamiento en muchos países, a partir de que surgiesen las armas de fuego) y otras buscando precisamente su lentitud, para escarmiento y temor del resto (el garrote vil español) pasando, cómo no, por el ahorcamiento, que podía ser rápido o lento según la experiencia del verdugo o el odio que se le llegase a tener al reo por sus crímenes; pero la inmensa mayoría de las veces, sobre todo en la antigüedad, se utilizaba la separación de la cabeza del tronco (cortar la cabeza del condenado). En China, sobre el siglo III a. C., se desarrolló un arma para esos menesteres, ya que la espada (Jian) no tenía la masa suficiente para conseguir una decapitación completa, limpia y rápida, de un tajo y el sable (Dao), aunque con una masa (y por lo tanto con un peso) mayor, había veces que no podía conseguirlo al tener que ser manejado con una sola mano (si bien existía algún modelo de sable que estaba preparado para poder ser manejado con las dos manos), por lo que, repito,  se creó un arma para ese exclusivo cometido a la que se le dio el nombre de Da Dao o Sable de verdugo. Su hoja, ancha y ligeramente curvada, era la apropiada para ese uso. El acompañamiento de una empuñadura con una longitud especialmente constituida para las dos manos y que terminaba en un aro cuya misión era la del apoyo de la mano atrasada, evitando que resbalara y asegurando un golpe certero y preciso, la hizo idónea para cortar cabezas de un solo tajo.
Posteriormente se construyó un modelo con la empuñadura de una mayor longitud y que se utilizaba como un sable largo o una pequeña pica. Precisamente, esta modificación al Da Dao dio origen al arma de la que vamos a tratar: el Pu Dao.
Del Pu Dao hay que hablar poco ya que se trata de un Da Dao cuya empuñadura se ha alargado hasta una longitud de 130 cm., lo que permite u obliga a que la palabra empuñadura se convierta en mástil, a la vez que pasa de arma corta a arma larga, manteniendo la anilla del final. El grosor de su mástil es de 30 mm. y su longitud de 130 cm., más los 10 cm. de la anilla, sumados a los 60 cm. de su hoja nos da una longitud total de 200 cm. (Dos metros).
Y como lo prometido es deuda, hablemos seguidamente de esa antedicha arma, potente y terrorífica que es el Guan Dao, comparándola con lo que puede llamarse “su hija menor”.
Según la leyenda, el Kwan Tao (Guan Dao) fue inventado por el famoso general Guan Yu. Aunque históricamente no haya pruebas concluyentes de ello, se la llamaba “La hoja de Guan”. Se dice que para demostrar su fuerza, creó un arma pesada (unos 40 Kg.) compuesta por un mango metálico de 37 mm. de grosor y una longitud de 160 cm., al que se le unió, en su parte atrasada, una punta de lanza maciza, cónica o piramidal, de 10 cm. (con 4 aristas bien definidas éstas últimas) que se utilizaba para pinchar, traspasando las corazas enemigas gracias a su gran masa o para golpear sus cabezas aplastándolas o hendiéndolas con sus aristas. Esta punta iba engarzada al mástil por un encajamiento metálico de 10 cm. de longitud. En la parte frontal otra encajadura metálica, ésta de 20 cm., terminaba en un disco también metálico (cuya misión era detener la sangre para que no resbalara por el mástil y llegara a las manos de quien lo manejaba) de donde partía una hoja de 60 cm. de longitud, que se curvaba por su filo hasta terminar en una aguzada punta y que iba agrandándose desde su salida del disco, hasta alcanzar, por su parte más ancha, unos 12 cm. Por la parte trasera de la hoja, unas hendiduras curvadas daban paso a otra punta, también curvada, ideada para detener ataques de armas enemigas, enganchándolas y desarmándolos. El Guan Dao alcanzaba, muy bien, una longitud de 2 metros y medio (250 cm.). Aunque se ideó para los soldados a caballo, si estos eran desmontados o mataban a su caballo, muchas veces utilizaban el Guan Dao, además de para ensartar desde su posición en tierra a los enemigos a caballo que le atacaban, para cortar las patas de las monturas enemigas y así desmontar a sus jinetes, aunque hay más armas que se han utilizado para esa finalidad, como el arma del que hemos hablado antes, el Pu Dao, que además es el arma de donde los japoneses sacaron su “Naginata”, casi idéntica al Pu Dao pero sin terminar en su aro característico y teniendo la hoja más delgada. Como curiosidad podemos decir, que en Japón la Naginata es un arma casi exclusiva de las mujeres. El por qué, no lo sé. Tal vez al ser un arma tan ligera no estaba considerada como arma apropiada para un guerrero samurai.
     Tanto el Da Dao, como el Pu Dao y el Guan Dao, a veces, por la parte trasera de su hoja, podían venir adornados con 7 ó 9 anillas (casi siempre 9), estas anillas se encontraban en dichas armas con la misma finalidad que la Jian lleva borlas colgando, el Dao y las dagas dobles llevan pañuelos, e incluso el Guan Dao lleva crines coloreadas de rojo en la punta trasera de su hoja: trataban de desconcertar al enemigo y que se confundieran con los movimientos de las borlas, los pañuelos, las crines y los chasquidos de las anillas al golpear el acero de su hoja. Estos movimientos de pañuelos, borlas y crines, así como los chasquidos de las anillas, a menudo desestabilizaban al contrincante durante décimas de segundo, lo suficiente para aprovechar dicho desconcierto y entrar de una forma mortífera  a través de su guardia.
Creo que aunque no hayan terminado las ARMAS ANTIGUAS es preferible que continúe en otra entrada.
También pediría a quien pueda leer estas entradas, que me comunicaran cualquier error que pudiese tener o cualquier cosa que no corresponda, sobre todo cuando me meta con las armas no convencionales, pues no soy infalible ni creo que mis conocimientos puedan ser totalmente poseedores de la verdad, aunque lleve practicando e interesándome por las Artes Marciales en general y por las Artes Marciales chinas en particular más de cuarenta años.
Si cometo algún error o pongo algo que no proceda pido disculpas, también me gustaría que hiciesen y me enviasen las correcciones a los errores que pueda tener, pues yo también quiero aprender.
Gracias.
Como siempre pongo mi correo electrónico:
Un abrazo. Espero que os guste y que me lo digáis.


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